sábado, 27 de febrero de 2010

Bajo el asfalto seguía el agua

















El Convento, Orcera, 26.02.10  -  Foto: Javier Broncano

Nunca quedó claro si en París, bajo los adoquines, estaba la playa, pero de lo que no cabe duda es de que en Orcera, bajo el asfalto, el agua esperaba su oportunidad. Es la segunda vez que "el Convento revienta" durante este año, y ahora con más fuerza que la primera.

Dicen los abuelos que, antiguamente, en este punto había una pontanilla por la que el agua de lluvia que bajaba por la izquierda de la carretera pasaba a la derecha. Y justo debajo había un nacimiento que reventaba sólo muy de tarde en tarde, apareciendo por allí la surgencia. El nacimiento se olvidó, la carretera se asfaltó y la pontanilla se cerró. Ahora el agua ha vuelto por sus fueros y, a falta de apertura, se ha llevado por delante hasta el asfalto.

No sé cuándo fue la última vez que "reventó el Convento", pero al menos no lo ha hecho durante los últimos veinticuatro años, los que yo llevo aquí. Antes, cuando el cambio climático no era tan patente como ahora y llovía más, el reventón del Convento era sinónimo de año excepcionalmente lluvioso, según la gente mayor. Así que, en el contexto climático actual, lo que ha pasado en el Convento es tan raro que hay "romería permanente" de todo el pueblo para verlo.


















El Convento, Orcera, 26.02.10 -  Foto: Javier Broncano

Esta foto está tomada unos metros más abajo. El agua que surge bajo el asfalto ha sido desviada al lado izquierdo de la carretera y ha sido roto el murete del parquecillo para que la nueva corriente se una a la del lavadero que hay al fondo.

3 comentarios:

  1. Impresionante Javier,
    Aprovecha de ver y fotografiar todo esto, tu que estás ahí y puedes.

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  2. Increible, he sido vecina del convento durante varios años y lo que veo plasmado en estas fotos me deja totalmente sorprendida.
    Me gustaría estar ahí para poder verlo. Se agradecen las fotografías,enhorabuena por este blog!

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  3. Al final el agua busca su camino... eso no falla. Además los humanos tendemos a subestimar el poder de la madre naturaleza y pasan cosas comolas de la Vega de Córdoba, con todos esos chalets (muchos ilegales) inundados. Con esto, a pequeña escala ha pasado lo mismo.

    Por cierto, como va la presa de Siles??... este hubiera sido un buen año para darle un buen estreno.

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