domingo, 25 de agosto de 2013

Autoprotección del senderista frente al fuego




La foto corresponde a una marca del sendero señalizado PR-A 182, que rodea el Cerro del Pavo, muy cerca de la aldea de Valdemarín. Todo el entorno boscoso del sendero fue arrasado en una tarde veraniega de 2005 por un terrible incendio -que contemplamos con impotencia desde Orcera- originado por una tormenta seca que descargó cientos de rayos y ni una gota de agua. No hubo daños personales pero, ¿qué habría pasado si aquella tarde hubiera habido senderistas recorriendo el camino, y además fueran personas que desconocen la zona?

Todos sabemos las normas para no provocar un incendio forestal, pero son mucho menos conocidas las medidas que debemos adoptar en caso de que el fuego nos sorprenda en medio del monte. Los senderistas, montañeros y amantes de la naturaleza en general debemos estar preparados para afrontar diversas eventualidades. En el caso del fuego, aunque normalmente hay un amplio margen para ponerse a salvo, es importante tener en mente una serie de normas básicas… “porsi”.

Los siguientes consejos están basados principalmente en los ofrecidos por la Dirección General de Protección Civil y Protección Civil de Aragón:

  • Antes de salir de ruta en época de riesgo de incendio, estudia bien el terreno, las vías de comunicación y los caminos alternativos, procurando caminar por zonas con amplia visibilidad.
  • Si observas un incendio, avisa urgentemente al 112 o autoridad más cercana y actúa según te indiquen.
  • Si el fuego es pequeño y puedes actuar sin poner en juego tu seguridad, atácalo por la base intentando apagarlo con agua o sofocarlo golpeando con ramas de árbol. Si no tienes agua, echa tierra de golpe sobre la base de las llamas. Sofocado el fuego, tapa las brasas y limpia de ramas su entorno.
  • Si te sorprende el fuego, aléjate huyendo en dirección opuesta a la del humo. Si observas que cambia la dirección del viento, estudia nuevamente los lugares por los que puedes escapar.
  • No te refugies en vaguadas profundas u hondonadas ni subas ladera arriba, salvo que sepas que existen lugares seguros. Ten en cuenta que las llamas ascienden por el monte, ya que el fuego trepa por las laderas como si fueran chimeneas. Huye cuesta abajo buscando la cola del incendio o en dirección perpendicular a la del avance del fuego, buscando las zonas laterales.
  • Respira por la nariz procurando cubrirte con un paño mojado la nariz y la boca.
  • Si te encuentras rodeado por las llamas, sitúate en la zona ya quemada o sin vegetación, siempre a espaldas del viento reinante.
  • Si te ves acorralado intenta protegerte de la radiación echándote al suelo detrás de una gran roca, un tronco o una depresión, cubriéndote con tierra o arena. Refúgiate en hoyos o arroyos.
  • No intentes cruzar las llamas para no quedar atrapado, salvo que veas claramente lo que hay detrás de ellas. Si no hay más salida, atraviesa el frente por donde sea más débil.
  • Si se te prende la ropa, no corras, sino échate a rodar sobre el suelo. Si dispones de una manta, cúbrete con ella para que el fuego se extinga por falta de aire.
  • Si estás en una edificación próxima al incendio, cierra las puertas, las ventanas y todas las posibles entradas de aire. Llama al 112 para comunicar tu situación. 
Foto: pino negral en el Cerro del Pavo tras el incendio de 2005. Javier Broncano Casares